jueves, 26 de enero de 2012

Bizcocho de Madeira o Madeira sponge cake (msc)

¡Por fin es jueves! Clase de natación (¡oh, no!) y... bizcocho.

Aunque ya tenía en la nevera el yogur y las fresas para hacer el que le gusta a Alex, hoy me he decidido a innovar. Para qué hacer siempre el mismo, con la de recetas que hay. Me he ido a la estantería, he cogido el libro de cocina más tocho que he encontrado y este es el que venía en la primera página: Madeira sponge cake, más conocido por su abreviatura msc.

Este bizcocho se usa normalmente como de relleno de tartas con adornos de mazapán y fondant. Yo lo conocía de nombre pero a mí ese tipo de tartas no me gusta mucho, de hecho la costrilla de mazapán la aparto y me como sólo el bizcocho. Y aunque los pasteles y los postres en general son mi gran debilidad (el michelín de la cintura puede dar fe de ello), los bizcochos y las tartas hechas a base de bizcocho -o sea cake- no son uno de mis preferidos.

El msc como digo lo he hecho por experimentar un poco sobre la sempiterna receta del de yogur o el de nata de la merienda de los jueves. Normalmente el bizcocho lo ponemos en moldes de madalenas con formas, pero a una le gusta hacer las cosas bien, y si en la receta dice que este si no se usa para rellenar se hace en un molde alargado con forma de pan de molde, pues oído cocina, ya estamos sacando el molde.

Lo que me sorprendió al cortarlo es que aunque se llame "sponge cake" o sea bizcocho de esponja no es el que yo me esperaba que saliese. Yo pensaba en uno de estos que tienen la miga con muchos agujeritos pequeños, o sea los que son literalmente esponjosos a la manera de tener la textura y la forma de una esponja pero más bien secos. Me sorpendió, gratamente he de decir, que además de no estar nada seco (la verdad es que lleva un montón de mantequilla), tenga una textura de pan bregado en versión bizcocho, es decir, una miga muy prieta, lo cual tiene su lógica ya que al tener poca levadura y nada de fermento del yogur, también tiene poco gas para levantar. Es muy parecido a los que se compran hechos en forma de barra (al menos aquí en Holanda). También entiendo por qué se usa este bizcocho como base para las tartas que llevan mucho peso encima, bien sea de cobertura, pisos u otros adornos. Ya que la miga es tan prieta que no se deforma o se hunde en las partes que llevan más peso.

Sin embargo, de aquí me surge una duda ¿entonces, por qué le llaman "sponge cake"?



Hace un mes, por San Nicolás, mi suegra encargó una tarta con cobertura de mazapán, muy bonita, a la hija de su vecina, que se dedica a esto en sus días libres a cambio de un dinerillo extra. A mí la tarta ni fu ni fa, porque como ya digo no me gustan las tartas de bizcocho y mazapán. Pero desde luego era una tarta muy bonita y estaba muy bien hecha. La cobertura, impecable, el bizcocho también, el relleno, de nata y mermelada, muy bueno. Un acabado que no tenía nada que envidiar a un resultado de pastelería profesional. Quizás fallaba el hecho de que el bizcocho estaba tal cual, sin remojar o almibarar. Pero realmente este bizcocho es lo que yo asociaba con un "sponge cake", con agujeritos muy finos, una textura muy rugosa y tan seco como un higo paso. Pues yo esperaba que este fuese el resultado del msc (ahora bien, cabe preguntarme para qué narices hice yo un bizcocho que a priori pensaba que el resultado iba a ser idéntico a este que estoy denostando. Soy chica, tengo excusa: probablemente esté ovulando o algo similar)

Quizás esta receta, que es la de Nigella Lawson en el libro "Cómo ser una diosa en la cocina", no sea la original del msc sino una versión suya, bastante mejorada, por cierto. O dicho en otras palabras, me zampé la mitad y porque había que dejar algo para el prójimo, que si no me lo como entero... y eso que oficialmente no me gusta el bizcocho. En su receta ella también explica que su nombre no deriva de ser original de Madeira, sino de la forma en que se tomaba antiguamente en Inglaterra: acompañado por un vasito de vino de Madeira. Lo cual también da que pensar ¿Vino con bizcocho para acompañar? ya tenía que tener el bizcocho la textura de la lija de grano de 50...







No he buscado todavía otras recetas de msc para comparar. Lo dejo en la lista de pendientes, y de momento el interrogante sobre si esta versión del msc podría considerarse un sponge cake de verdad o no queda archivado en la categoría "misterios insondables del ser humano", junto con tópicos tan apasionantes como por qué se llama la hora del bocata cuando sólo son 10 minutos, o por qué lo llaman endivias rellenas si el relleno es la endivia... etc...


Ingredientes:

240 gr de mantequilla ablandada
200 gr de azúcar
la piel rallada y el zumo de un limón
3 huevos grandes
210 gr de harina con levadura incorporada (ya lleva el "polvo royal" incorporado)
90 gr harina normal (aquí me patinó la neurona y yo esta harina no la eché, por eso quizás quedó un poco mantecoso)

Precalentar el horno a 170º C.

Batir la mantequilla con el azúcar hasta que la mezcla esté cremosa. Añadir la ralladura de limón. Añadir los huevos uno a uno, añadiendo después de cada huevo una cucharada de harina. Luego añadir poco a poco el resto de la harina y finalmente el zumo de limón. Poner en un molde alargado engrasado y meter al horno durante una hora (God save the Queen o lo que es lo mismo ¿¿una hora?? no sé si será una errata o mi horno tiene trastorno de hiperactividad, pero yo a los 25 minutos lo saqué porque empezaban a quemarse los bordes - véase la foto - y estaba perfecto).
Desmoldar con la ayuda de un cuchillo y dejar enfriar en una rejilla.

viernes, 20 de enero de 2012

Fréjoles

Bueno, el nombre técnico español es "judías verdes planas", pero preparados de esta manera, al vapor en la olla express y con zanahoria y tomate, a mí no me sale otra nomenclatura que la de toda la vida en Gijón: fréjoles. No confundir con los frijoles mexicanos, alias porotos, que en España son alubias, o como les dicen en mi tierra "fabes pintes". Cuando llegué a Holanda me encontré con que las judías verdes se suelen preparar cortadas muy finas, hervidas y mezcladas con puré de patatas. Pues en este caso sí que me sale llamarlas así, judías verdes, porque eso ya es otra cosa. Como digo, los fréjoles se me han quedado en la imaginación no como la verdura sino el plato entero.

En mis tiempos de colegio, los fréjoles al vapor con tomate eran mi plato preferido, junto con las lentejas (sí sí, no hace falta que nadie diga nada... what a freak!). La verdad es que a día de hoy no entiendo qué podía ver yo en las lentejas en aquellos tiempos... pero los fréjoles todavía me enajenan, me fascinan, me alucinan y me... huy, no, espera... que ahora viene que me envenenan... si es que ya lo decían en mis tiempos, no se puede mezclar el tocino con la velocidad, ¡ni los fréjoles con el Tenorio! Nada, que ya me he liado yo sola otra vez. Marchando una de fréjoles...


INGREDIENTES

500 gr de judías verdes planas (ergo fréjoles)
2 cebollas
1 zanahoria grande
4 lonchas de jamón serrano
3 huevos cocidos
5 tomates maduros
Aceite de oliva
Vinagre
Sal
una cucharadita de azúcar

Poner los fréjoles lavados y cortados en dos, una cebolla picada en tiras y la zanahoria pelada y cortada a cuadraditos en el cestillo de la olla rápida con un poco de agua en el fondo de la olla (para cocer al vapor, el agua no tiene que sobrepasar las patas del cestillo ni tocar las verduras). Cocerlas según las instrucciones de la olla (en mi caso con la olla superrápida de Fagor son 5 minutos).



Una vez listas las verduras, ponerlas en una ensaladera y dejarlas enfriar. Aliñarlas con sal, aceite de oliva y un poco de vinagre.



Escaldar los tomates (esto es, ponerlos en un bol con agua hirviendo durante un par de minutos y luego sacarles la piel), cortarlos a trozos. Cortar la segunda cebolla también a trozos pequeños y ponerla a freir con un poco de aceite de oliva, a fuego lento. Cuando la cebolla esté blanda, añadir el tomate y dejarlo freir a fuego lento hasta que se convierta en una salsa. Añadir una cucharadita de azúcar y sal a gusto. Dejar enfriar un poco (a mí me gusta que esté más bien caliente y los "fréjoles" tibios).



Adornar por encima con los huevos cocidos cortados en rodajas y el jamón cortado en trocitos. La verdad es que es un plato sosito sosito, como diría mi madre "ye bobu de hacer", vamos que si tienes invitados no les vas a servir unos fréjoles con tomate, pero que siempre entran bien.





jueves, 12 de enero de 2012

Tres, dos, uno... REBAJAS --- y el "menú" de Gwyneth Paltrow

Por aquí, como no llegan los Reyes, ya llevamos unos días de rebajas. Concretamente yo el día 3 ya estuve de excursión por el centro comercial y me encontré varias cosas interesantes... o eso creía yo, hasta que descubrí que no es oro todo lo que reluce... ni aunque esté rebajado al 75%.

El drama empieza en el probador, cuando te intentas meter una prenda de tu talla y descubres que te queda incrustada y no cierra la cremallera. Bueno, que no cunda el pánico, son cosas que pasan, ya se sabe, algunas marcas que tallan más pequeño y tal. Segunda prenda. Horror, tampoco sube la cremallera. Y ahí es cuando te das cuenta de que el michelín ha vuelto a hacer de las suyas y a hincharse sin tu permiso. Entonces es cuando juras solemnemente ante las cortinas del probador que es hora de hacer algo con tu dieta. Al menos hasta la próxima cremallera o la próxima tarta.
Para estos casos semitrágicos como el momento rebajas /post momento atracones navideños he comprado el libro de Gwyneth Paltrow "Notes from my kitchen table". Aparte de que es muy bonito en cuanto a formato y edición (tapa dura, fotos de formato página entera, aunque yo echo de menos más fotos de recetas), son recetas muy sencillas y la mayoría bastante bajas en calorías. En cuanto vio el libro, Robert enseguida regurgitó uno de los dos comentarios que suelen acompañar a la visión de un libro de cocina escrito por Gwyneth Paltrow: "Pero si ésa es anoréxica". ¿Anoréxica? Pues no lo sé. Hay tantas famosas que lo son o lo han sido, que ya he perdido la cuenta. Pero centrémonos en lo más interesante: ESTÁ DELGADA. Ergo, si comes lo que come ella, tú también estarás delgado. La segunda gran máxima que acompaña a un libro de cocina escrito por Gwyneth Paltrow (o cualquier otro famoso/a en su lugar) es: "Pero si ése/a es actor/actriz, no cocinero/a". Por eso antes de opinar tienes que hojear el libro. Así verás que no tiene nada que ver con los menús de un gran chef, ni siquiera de uno pequeño. Son recetas realmente fáciles, la mayoría "para dummies" o "foolproof" como las llama ella. Muchas de bocatas, sandwiches y ensaladas. Pero estas son las recetas esperables viniendo de una chica que, sea anoréxica o no, no pesará más de 40 kilos mojada, y además no tiene nada que ver profesionalmente con el mundo de la gastronomía.

Total, que de sus recetas me he quedado con dos que hago a dúo: una ensalada de salmón y verduras al grill, y para redondear el menú con unos hidratos de carbono (no comemos pan con las comidas, sólo a la hora del bocata, a.k.a. lunch), sus spaghetti con limón y queso parmesano. A los niños esta preparación no les gusta mucho, así que les dejo los spaghetti blancos, sólo hervidos con agua, sal y aceite, y antes de montar la ensalda en un bol les aparto el salmón al grill, el calabacín y los tomatitos.

Gyneth Paltrow cuenta en la receta de la ensalada que es su propia versión de la ensalada de verduras al grill del restaurante Ivy en Los Ángeles. Los spaghettis son tal cual vienen en la receta (imposibles de tunear, sólo son spaghettis, queso rallado y limón), la ensalada no lleva un ingrediente que son las remolachas, ni la aliño con la salsa vinagreta de la propia receta de Gyneth (pocas ganas, es más rápido usar aceite, vinagre y sal).

Ensalada "ivy chopped salad"

2 remolachas grandes
3 calabacines cortados en cuadrados de 8 mm de grosor (con piel)
2 mazorcas frescas de maíz
1 manojo de cebolletas
2 filetes de salmón salvaje de 175 gr
sal gruesa
2 cogollos de lechuga con las hojas separadas, lavadas, secadas y cortadas en trozos gruesos
4 cucharadas de hojas de albahaca fresca cortadas en trozos grandes
225 gr de tomatitos cherry
15 gr de cilantro fresco, cortado en trozos grandes
125 gr de vinagreta de balsámico y lima
1 lima en cuartos para servir

(Vinagreta de balsámico y lima: 2 cucharadas de vinagre balsámico, 2 cucharadas de miel o jarabe de aguamiel light, 1 cucharada de zumo de lima fresco, 100 ml de aceite de oliva, sal gorda, pimienta fresca molida.. mezclar todos los ingredientes y voilà)

Cocer las remolachas o hacerlas al vapor durante 30 min. Dejarlas enfriar, pelarlas y cortarlas en cubos (yo este paso me lo salté porque no puse remolacha)

Calentar el grill a una temperatura media-alta con un poco de aceite de oliva.
Hacer a la plancha las cebolletas, los calabacines, el maiz y el salmón espolvoreados con un poco de sal, durante unos 20 minutos, hasta que estén dorados. Romper el salmón con las manos en trozos grandes.

Poner la lechuga en el fondo de un "plato bonito" (eso es lo que dice la Paltrow, literalmente "a nice dish") y colocar de forma artística la albahaca, los tomatitos, las remolachas, el maíz, los calabacines, las cebolletas y el cilantro. Colocar los trozos de salmón por encima. Aliñar con la vinagreta y servir con los cuartos de lima a los lados (lo de artístico yo me lo pasé por el forro, sobre todo porque aliñé con vinagre, aceite y sal y al remover... se fue todo a tomar viento, sobre todo el salmón que quedó desmigado...)

"Spaghetti limone parmeggiano" - Spaghetti al limón y parmesano

350 gr de spaghetti
Sal gorda
1 limón
100 gr de queso parmesano en polvo + un poco más para servir
1/2 cucharadita de pimienta negra fresca molida
2 cucharadas y media de aceite de oliva virgen
3-5 cucharadas del líquido de hervir la pasta
Hojas de albahaca fresca

Cocer los spaghetti en agua salada hirviendo siguiendo las instrucciones del paquete.
Mientras tanto, rallar la piel del limón y exprimirlo en un cuenco. Añadir el queso parmesano, la pimienta y una pizca de sal, y mezclar con el aceite de oliva hasta formar una pasta espesa.

Cuando los spaghetti estén cocidos, añadir 2 ó 3 cucharadas del líquido de cocción a la mezcla y remover. Añadir los spaghetti a la salsa de queso y limón y remover, añadiendo una cucharada ó dos de agua de cocción si fuese necesario. Decorar con las hojas de albahaca.

Servir cada porción espolvoreada con sal gorda, pimienta molida y un poco de parmesano rallado.



Bueno pues ya veremos si con estas recetas de Gyneth nos quedamos también con su... iba a decir tipazo pero a mí esta chica, aunque es muy guapa, no me parece que tenga "tipazo", al menos no para mi gusto. Es más formato "paloscoba", en fin para mí tener buena figura es otra cosa. Sea lo que sea, que nos podamos meter en la misma talla que ella, o alguna parecida, ya estaría bastante bien :-)















viernes, 6 de enero de 2012

¡Habemus roscón! Feliz día de Reyes 2012

Al igual que el año pasado, tuve un buen rato de labores de búsqueda en internet antes de decidirme por una receta. El año pasado me fié de la de Isasaweis sin buscar más, que no es que estuviera mal (bueno, estaba duro, había quedarle una buena mojada en chocolate para que ablandase un poco) pero no dejaba de ser un bizcocho con forma de rosca. Nada que ver con la textura o el sabor de los roscones que yo recuerdo. Así que este año buscaba algo un poco más "profesional" que la receta de una chica que da consejos de maquillaje, pero tampoco dejarme "la piel en el pellejo" como decía aquella.
A través de Sus, de Tú te lo guisas, llegué a la receta del sitio webos fritos, la misma que hizo Sus el año pasado y que también aparece en su sitio. Realmente la receta tiene una pinta estupenda y hasta me animaría a intentarla a pesar de la masa madre, amasados varios, etc, peeero el mayor inconveniente que tiene para mí son las 9 ó 10 horas totales de levado, que yo esto no lo iba a poder hacer ni en sueños. Este roscón de webos fritos también lo menciona Elena de A qué huele en mi cocina, sólo que ella ha decidido hacer un "remix" entre éste y el de Pepa Cooks. Casualmente Sus en su sitio de Facebook ha comentado que ella este año también seguirá la receta de Pepa, que al parecer es una versión de Iban Yarza (no sé quién es este, dice que es uno que sale en un programa llamado "Robin Cooks"). La verdad es que a simple vista, sólo viendo las fotos, el roscón más bonito es el de Elena.
Pues después de tanto revuelo rosconero, resulta que al final me decidí por una receta que no estaba en ninguno de los blogs habituales y que encontré por casualidad googleando por ahí. En realidad estaba en el sitio www.javirecetas.com, pero era una vídeo receta realizada por una mujer a la que Javi menciona como "Delantal". A partir de ahí, llegué al blog www.condelantal.com y a su receta del roscón. Por qué estaba en el sitio de Javi, ni idea. Ya investigaré algún día...
La receta no lleva ningún "aval" de que alguna otra bloguera conocida lo haya hecho, pero sí, como me aconsejaba Sus, se ve cómo lo hace mevrouw Delantal y que queda bien (o eso parece).
A mí lo de tunear no se me da bien... ya me resulta bastante complicado seguir la receta en sí, como para encima hacer apaños... no way! sin embargo, hubo varias cosas que tuve que ajustar. Por ejemplo: la cantidad que salía con los ingredientes de esta receta era mucha. Yo lo dividí todo por la mitad. Tampoco llevaba ralladura de naranja ni agua de azahar, que yo se lo añadí, pero como en Holanda no existe el agua de azahar (quizás en alguna tienda árabe, tendría que tomarme tiempo para buscar), pues yo lo sustituí por zumo de naranja.
Anda que si me llega a gustar tunear...
El resultado fue una masa que ya tuvo sus problemas en el primer amasado: era demasiado pegajosa, por un lado creo que le faltaba harina pero por otro si le añadía más entonces tendría que ajustarle los demás ingredientes, así que no lo hice. Por eso después del primer levado no salió una bola más grande como cuando hago pan, sino una especie de soufflé de masa que había cogido mucho gas pero que al tocarla era pura esponja. Lo arreglé con un poco de harina extra, no mucha para no estropear las cantidades, pero vamos que la masa en el momento en que había que darle forma de roscón no había por donde cogerla, o mejor dicho por donde soltarla, porque se te quedaba pegada cual "Blandi Bloo", alias "moco de elefante" de mis tiempos mozos.
Después de conseguir, con no poco esfuerzo, de darle forma de algo parecido a roscón (más bien era una rosquilla en versión gigante, aplanada, de pista amplia y agujero pequeño), lo dejé toda la noche metido en el horno apagado y tapado con un paño para poder hornearlo hoy por la mañana. Con lo que me encontré esta mañana fue con un roscón que no había levado hacia arriba sino que se había expandido cual mar de los Sargazos en medio de la inmensidad del océano. Lo metí rápidamente al horno antes de que fuese peor el remedio que la enfermedad, y el resultado fue un roscón de forma un tanto amorfa, que había subido poco, un poco soso también pero que sí que sigue el estilo de lo que yo recuerdo que era un roscón de Reyes en la "madre patria".

Ingredientes:

300 gr harina + 100 gr para amasar
20 gr de levadura fresca en pastilla
1 huevo + 1 para pintar
1/2 vaso de leche tibia
60 gr de mantequilla
ralladura de 1 naranja
1 chorrito de zumo de naranja
75 gr de azúcar

Para decorar: naranjas confitadas (gajos muy finos de naranja hervidos 5 minutos en agua con azúcar), guindas, azúcar mojado en el almíbar de las naranjas.

A esta receta yo le añadiría más azúcar (como mínimo 100 gr en lugar de 75 gr) y una pizca de sal, ya que me resultó un poco "soso".

Preparación:
Mezclar la levadura con un poco de leche y un poco de harina, hasta formar una bolita. Poner esta bola en un recipiente con agua tibia hasta que flote (unos 10 min)
Batir el huevo con el zumo de naranja, la ralladura y el azúcar. Añadir la leche, la mantequilla derritida y 300 gr de harina. Mezclar bien y añadir la bola de levadura (masa de arranque). Amasar bien en la harina restante durante unos 5 - 10 minutos.
Tapar con un paño en un recipiente resistente al horno y poner en el horno a temperatura muy suave (unos 25º C) durante unas 2 horas.
Cuando haya doblado su volumen, volver a trabajar la masa y colocar un papel de hornear en la bandeja del horno. Formar aquí el roscón y, de nuevo tapado con un paño, dejarlo levar durante más o menos 1 hora en el horno a unos 25 º C (yo en este caso lo tapé con un paño y lo dejé en el horno apagado toda la noche para poder hornearlo por la mañana)


Preparar la naranja confitada: cortar gajos muy finos de naranja y poner a hervir agua con azúcar. Hervir en el líquido los gajos de naranja durante unos 5 minutos, dejar enfriar y reservar el almíbar resultante para remojar el azúcar con el que se adornará el roscón.
Pintar con huevo batido y adornar el roscón con guindas, azúcar mojada en almibar y gajos de naranja confitada.



Precalentar el horno a 150 º C y hornear durante unos 20 minutos.



Y he aquí el resultado, como puede apreciarse es demasiado ancho, demasiado plano y el agujero demasiado pequeño. Por lo demás está un poco soso (yo le añadiría una pizca de sal a la masa) y admitiría algo más de azúcar. Aunque al comerlo con nata montada queda corregido el sabor.

En resumen, aparte de que pudiese mejorarse un poco el sabor, tampoco está mal, y es entretenido intentar hacerlo uno mismo. Pero desde luego, yo si viviera en España me ahorraría el trámite y me iría directa a la pastelería a comprar uno.

domingo, 1 de enero de 2012

¡Feliz 2012! Tarta de lima y coco (versión de Key lime pie)

Al comienzo de 2011 me dije: de esta no pasa, este es EL AÑO. El año en que aprendo a hacer paella y a bailar flamenco. Porque ya después de tantos años en el exilio, sigo impertérrita contestando "no" a las consabidas preguntas "¿Sabes hacer paella?" y "¿Sabes bailar flamenco?" que suscita la declaración de mi nacionalidad en el extranjero.

Por eso este verano, o mejor dicho, el pasado verano ya que 2011 es desde hace unas horas ya "el año pasado", me traje la paellera de España (con la venia de los valencianos, que ya sé que a la sartén la llaman también paella, igual que al contenido), y en septiembre empecé con las clases de flamenco. Porque eso sí, yo los buenos propósitos de año nuevo me los tomo con calma: si hay 365 días en un año, para qué vamos a empezar ya el primero o el segundo ¿y luego el resto del año qué hacemos?

A día de hoy, la paella valenciana la he hecho ya alguna vez y no me queda mal (corriendo un tupido velo sobre el hecho de que, los ingredientes que no puedo conseguir no los sustituyo por otros para no modificar el resultado en la medida de lo posible, simplemente no los pongo... receta simplificada, pero no adulterada). Y las clases de flamenco... bueno, digamos que "están ahí". Todo lo que puedo decir en mi defensa es que soy asturiana, la distancia en kilómetros que hay entre mi tierra y Andalucía es de unos 800-900, que en términos holandeses equivale a cruzar de punta a punta Holanda y atravesar de propina otros 2 ó 3 países. Así que como experiencia no está mal, pero no tengo ni un gramo más de gracia y salero en el cuerpo por motivos de nacionalidad que cualquiera de las holandesas acartonadas que taconean a mi lado en cada clase.

Anoche tuve un momento de totally blank y pánico subsiguiente al darme cuenta de que estaban a punto de sonar las 12 campanadas y no había preparado aún ningún propósito de año nuevo, al menos no tan encomiable como bailar flamenco y hacer paella. No se puede decir que no haya entrado en 2012 llena de inspiración, al menos. Sí hay propósitos difusos, no tan concretos ni tan sólidos como los del año pasado, pero en vista de la prisa que me di en 2011 y por otros motivos cronológicos, supongo que no pasará nada si no solidifican en los primeros meses del año.

La tarta de lima y coco es el postre que hemos tomado en la cena de Nochevieja (bueno, y la merienda de Año Nuevo, porque me traje un buen trozo de la mitad que sobró de casa de mi cuñada). Quizás a primera vista, con los ingredientes que lleva, no parezca muy elaborada pero realmente merece la pena probarla. Tiene personalidad propia, un sabor bastante característico y no es una de tantas tartas de lima, o de limón, o de lima-limón. Ni siquiera es la Key lime pie o tarta de limas de Key original, que en sí ya tiene que ser diferente al no tener nada que ver con el coco. En esta versión, el sabor a coco de la base de galleta y el coco rallado se mezcla con la acidez de las limas y el dulzor de la leche condensada. Y el resultado es esta versión involuntariamente tuneada del lime pie americano.

Hace algún tiempo que le había echado el ojo a esta tarta en la sempiterna revista Allerhande, en una sección en que un extranjero escribe una receta de su país "adaptada" a Holanda (o algo así). No me había dado por pensar que esta, al ser conocida en los Estados Unidos (concretamente es originaria de Florida), podría ser que no fuese la receta original. A mí no me gusta mucho cambiar ni experimentar, yo me ciño tenazmente a la receta y las improvisaciones suelo dejarlas para otros campos de la vida. Vi la receta, me gustó, la hice y resulta que estaba buenísima, ya que además del sabor de la lima y la leche condensada tenía otro dominante que es el del coco. Mas tarde leí que el Key lime pie es una tarta con "nombre y apellidos", que toma su nombre de las pequeñas limas que se cultivan en el archipiélago de los Cayos de la Florida (Florida Keys). Y, por lo que he visto en las recetas americanas, no tiene nada que ver con el coco.      

Según he leído en un par de recetas en inglés, la Key lime pie original usa Graham crackers para hacer la base de galleta. En el artículo del Wikipedia dice que las Graham crackers originales estaban hechas de cereales integrales y miel y se consideraban, además de un "snack" muy saludable, algo así como muy aptas para combatir el onanismo (¿mande??). Vale, muy interesante pero aparte de que aquí en Holanda no se consiguen, del artículo extrapolamos un dato relevante y es que no tienen coco por ninguna parte, mientras que las galletitas que eligió la lectora americana para la receta en la revista Allerhande como sustitutas de las originales, son galletas de coco de estas con azúcar por encima.

Receta:

175 gr de galletas de coco. NOTA: no son las típicas galletas tipo pastas que se llaman "coquitos" y son blanditas y con muchos hilos de coco. Son cuadradas, tipo la "Tostaduca" de toda la vida o la "Chiquilín", pero tienen por encima como una capa de azúcar espolvoreado. En concreto en Holanda son las "Zaanse kermis" o "Kokoskoekjes" de Veerkade.

125 gr de mantequilla derretida

4 limas

1 lata de leche condensada (397 gr)

4 huevos

50 gr de azúcar impalpable

Se precalienta el horno a 180º C.

Se pulverizan las galletas con ayuda del robot de cocina y se mezclan con la mantequilla derretida. Con esta mezcla se cubre el fondo de un molde desmoldable y se pone a enfriar en la nevera (ya sabes... si quieres que además de desmoldar bien la tarta salga del fondo metálico sin romperla, además de engrasar las paredes, forra el molde con papel de hornear).


Se separan las yemas de las claras. Se reservan las claras y se ponen las yemas en un cazo o una olla junto con la lata de leche condensada, la ralladura de 2 limas y el zumo de las 4 limas. Se pone todo al fuego hasta que hierva, y se deja 3 minutos más sin dejar de remover. Se pone la mezcla en el molde engrasado y se pone en el horno a 180º C durante 20 minutos.

Dejar enfriar y batir las claras con el azúcar impalpable a punto de nieve. Cubrir con este merengue la tarta.


Poner en el horno con el grill encendido durante unos 5 minutos (cuidado porque se quema muy rápido) Decorar con coco rallado y dejar enfriar.