sábado, 12 de noviembre de 2011

Chili con carne de Carmen Gloria

Hace un par de semanas fui a la fiesta de cumpleaños de mi amiga Carmen Gloria y a la hora del buffet fue donde descubrí este plato que ya había oido nombrar 1000 veces y nunca había probado (ni a cocinar yo misma ni hecho por otros).

A mí el picante en general no me fascina, ni en su versión mexicana ni asiática ni ninguna otra. Sin embargo, uno de mis restaurantes favoritos en La Haya es el Chicoleo. Aunque trabajé en un restaurante mexicano allá por un lunes azul -como dicen los holandeses-, o lo que es lo mismo, hace "años y paños", nunca consigo recordar qué es qué cuando miro la carta. Afortunadamente no les hago ascos ni a un burrito, ni a una enchilada, ni a un taco ni a una fajita. Las quesadillas sí las distingo y las reconozco, es más... podría zamparme 20 de una sentada ¡qué cosa más buena!

 La última vez pedí la versión que viene con las tortillas aparte y que tienes que ir enrollando tú mismo, y según creo recordar esto debe de ser una enchilada (¿o será una fajita ahora que lo pienso? hmmm.... ya empezamos). Burritos no suelo pedir, porque esos salen muy ricos con el paquete de Honing en el que vienen las tortillas y una mezcla de especias para la carne y los hacemos de vez en cuando en casa. Pero siempre suele caer algo envuelto en una tortilla. Qué original ¿verdad? Ciertamente, nunca he pedido carne a secas, y aunque me he fijado que en la carta viene el chili con carne, nunca me había llamado la atención.
Hasta que el otro día, en casa de Carmen Gloria, era o el chili con carne o el cannard con jengibre (no soporto el picorcillo del jengibre... ik kan er niet tegen!!) así que de lo malo, a por el chili con carne.... pues vaya cómo me puse. Tripití plato (y porque una tiene un estatus y una línea que mantener, que si no aún habría seguido) e inmediatamente le pregunté la receta.

Al volver a casa busqué por internet y encontré alguna otra versión algo diferente pero seguí la de Carmen Gloria ya que era la de ella la que me había entrado "por el paladar".

Ingredientes:

Una cebolla grande
500 gr de carne picada
1 zanahoria grande
1 lata de alubias negras en salsa de tomate (chili bonen)
chili en polvo, mix para fajitas o pimentón dulce
aceite y sal

Preparación:
Picar la cebolla finamente y rallar la zanahoria. Poner a freir en una sartén con aceite a fuego lento. Cuando hayan ablandado, añadir la carne y rehogar hasta que esté pasada.



En este momento añadir los frijoles o alubias negras y el condimento (yo la primera vez eché 2 cucharadas soperas de chili en polvo, como decía una receta que me encontré por ahí... y casi muero... aunque a Robert le gustó... ARG!). En lugar de chili en polvo se puede usar un sobre de "mix para fajitas" de especias preparadas que venden en el super (versión made in Carmen Gloria) o pimentón dulce (mi versión, no pica pero HMMMM... MIRAD QUÉ BUENA PINTA TIENE!!)


Y si lo acompañamos de unas enchiladas, un rico guacamole y una ensalada de lechuga con mucho aguacate, maiz y tiras de pimiento rojo, ya tenemos un menú completo a la mexicana.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Receta melosa para la Reina de la Miel: Baklava

La miel, como es sabido por todos, es tan dulce que a veces empalaga. Muy al contrario, la Reina de la Miel tiene un punto de acidez que a nosotros nos encanta. Acordándome del "Si fuera...", aquel juego del programa mesozoico de la Rafaella Carrá, a la pregunta de "Si fuera un pastel ¿qué pastel sería?", no creo que asociase nunca a su alteza real con una baklava, más bien con una tarta fría de limón o el Key lime pie. Algo fresco y a la vez, ligeramente ácido. Y sin embargo, estas empanaditas de frutos secos con jarabe de miel son dignos de una reina. No tengo ni idea de si a la Reina le gustarán estos pastelitos... la cuestión queda abierta hasta que se digne visitar una vez más los nobles Países Bajos. La recibiremos con una hornada recién hecha, a ver qué opina.

Yo probé la primera vez la baklava en el restaurante egipcio "after-hours" del centro de La Haya... y la verdad, que un trozo de este pastelito a las 6 de la mañana y después de una noche de copas, te puede sentar como un tiro. Me empalagó la miel, me repitieron los frutos secos, la pasta filo me dejó la boca como un estropajo. En fin que decidí que one blakava in your life es más que suficiente.
Poco después descubrí que en la panadería turca que hay en mi calle también tienen estos pastelitos. Yo la verdad no suelo entrar ahí más que para pecar desvergonzadamente, ya que el pan normal (uséase, léase de molde en estas latitudes) lo compro en la panadería tradicional que hay debajo de mi casa. Pero quién puede resistirse a un dönner kebab o a una pizza turca... y como postre ¡una baklava!
Al igual que los dönner kebab (que los griegos llaman pita y juran que la inventaron ellos), la procedencia de la baklava se la disputan entre varios países. Por lo que parece, es una receta originaria de Mesopotamia que los marineros y comerciantes griegos introdujeron posteriormente en Grecia. Por su parte durante el imperio otomano los turcos invadieron Mesopotamia conociendo así también esta receta. Por otro lado según el Wiki en español la palabra baklava es de origen turco, mientras que en el wiki en inglés pone que es de origen árabe. El caso es ese, que tanto varios países árabes, como Turquía o Grecia se la disputan como originaria de su tierra, y la baklava se puede encontrar como postre de honor en las cartas de sus restaurantes.

Ingredientes:

5 láminas de pasta filo
200 gr de nueces
200 gr de pistacho pelados
100 gr de piñones
1 cucharadita de canela en polvo
200 gr de azucar
1 cucharada de agua de azahar *
100 gr de mantequilla para pintar la pasta filo

*Yo esta me temo que no la encontré. Curiosamente en holandés no se llama "sinasappelbloesemwater" sino oranjebloesemwater... algún día me enteraré de por qué la naranja como color y como fruta no se llaman igual en holandés... por lo pronto me contaron hace tiempo que "sinasappel" viene de "China's appel" o sea "manzana de China". Pero bueno que me lío otra vez. En algunos sitios recomiendan sustituirla por la piel de una naranja hervida en unos dl de agua (no se ponen de acuerdo sobre cuantos) y un poco de ralladura de naranja para darle sabor.


Almíbar:

100 ml. de agua
100 ml. de miel

Preparación:

Picaremos los frutos secos, pero tienen que quedar picaditos grueso. Los pondremos en un bol y le añadiremos la canela, el azúcar y el agua de azahar.

1º-Pondremos mantequilla en un plato hondo y la introduciremos en el microondas.
2º-En una fuente de horno iremos poniendo las hojas de pasta filo una a una y las iremos pintando con mantequilla. Cuando hayamos puesto las cinco hojas, pondremos por encima el relleno de frutos secos y cubriremos con los laterales de masa filo que nos han sobrado por los lados. Según los vayamos doblando los iremos pintando con mantequilla (la explicación que nos da la receta puede llamar a error: la parte de arriba tiene que estar cubierta en su totalidad, es decir la baklava tiene una "tapa" de pasta filo por encima.
Ponemos la fuente con el pastel en el horno 20 minutos a 180º C o hasta que esté dorado.

Por otro lado, calentar en un cazo el agua con la miel hasta que ésta se disuelva y quede un almibar uniforme. Regar por encima del pastel y cortar en cuadraditos no muy grandes.

¿Te animas a probarlos? Te chuparás los dedos... literalmente.

lunes, 7 de noviembre de 2011

El primer lunes de cada mes

Son las 12 del mediodía y, como cada primer lunes de mes, suenan las alarmas. Durante 5 minutos en toda la ciudad se escucha el ulular de las sirenas que anuncian catástrofe inminente. Pero que nadie se preocupe, es sólo una prueba para asegurar, una vez más, que las alarmas siguen funcionando perfectamente.
Descartado ya el pensamiento de que hay que salir por patas al refugio anti-nuclear, lo primero que se te viene a la corteza es "¿Pero ya ha pasado un mes más?". Y recuerdas el último episodio sirenil que fuiste consciente de escuchar (la mayoría de las veces, no te llegas a dar cuenta). Recuerdo el primer lunes de un mes de agosto, sentada en mi escritorio en la oficina. Recuerdo el primer lunes de un mes de julio, con mi padre a la puerta del CB. Recuerdo el primer lunes de un mes de noviembre, exactamente en el mismo lugar, en la misma posición, con el mismo portátil, con la Reina de la Miel al otro lado de la línea. Otros han llegado y han pasado, sin pena ni gloria, y ya no los recuerdo tan bien. Y recuerdo que ese lunes de noviembre de hace dos años, escribí: "la próxima vez que se repita un primer lunes de no se sabe qué mes, la próxima vez que sea consciente de que las sirenas vuelven a sonar, recordaré el día de hoy, aquel primer lunes de noviembre de 2009, cuando en casa, ante el portátil abierto, escuchaba la sirena que no indica desastre, sino simplemente que el tiempo pasa inexorable. TEMPUS FUGIT".
De alguna manera, este toque de sirena de hoy, 2 años después, mismo lugar, misma fecha, mismo contexto, nos hace ser un poco más - o menos - eternos.
¿Y tú? ¿Dónde estarás tú en el próximo toque de sirena?

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Día de agobiazo... tarta de queso y chocolate

A quién no le ha pasado alguna vez.. te despiertas a las 6 de la mañana, sabes que todavía te queda una hora y pico para dormir, pero ya no puedes volver a pegar ojo. El ruido del motor del acuario te distrae, el vecino con la Black and Decker te molesta, llueve y el agua pega fuerte en los cristales... un momento ¿¿el vecino taladrando a las 6 AM?? ah no, es el pariente roncando... bueno eso: que no puedes dormir, te levantas legañoso/a e intuyendo que del día de hoy no va a salir nada bueno. Miras por la ventana y ves que, una vez más, ayer te olvidaste de apagar los faros del coche cuando lo aparcaste. Sin batería otra vez. Llamas al vehículo de ADA que venga a ponerte las tenazas, llamas al trabajo que vas a llegar tarde, llamas a la guardería del niño que también vas a llegar tarde, NO LLAMAS al pariente para contarle lo que ha pasado... pase lo que pase: NO ¡¡ESO NUNCA!! Aunque en medio del atasco que se ha montado porque ha volcado un camión te aburras, y tamborilees los dedos sobre el volante y no sepas qué hacer.

Total, que después de llegar supuestamente 1 hora tarde al trabajo, descubres que había un error en el rooster, que en realidad la reunión donde tenías que estar no era a las 10 ¡era a las 12! y te toca esperar una hora más, para que a las 11.45 llegue el secretario diciendo que en realidad, como el horario estaba mal, al final la han anulado. Pero bueno, no todo va a ser tan malo, porque en un día tan perro seguro que para calmar los nervios a cualquiera le da por ponerse a hojear el primer folder que caiga en sus manos, incluyendose en la categoría la revista gratuita del supermercado Albert Heijn, el "Allerhande".

Yo no es que tenga nada contra esta revista, más bien al contrario, me parece que en los tiempos que corren molestarse en hacer una revista así y distribuirla gratis es toda una proeza. Además no es una especie de catálogo ampliado de sus productos, como la de otros supermercados. Allerhande es una revista bastante consistente (debe de tener más de 100 páginas, así a ojo), llena de recetas bastante originales y con secciones fijas y recetas propias de lectores anónimos.

Mi problema con las recetas de Allerhande es que siempre me salen mal, por eso le he debido de coger tirria. Al principio me planteaba que el problema podrían ser los tiempos de cocción, pero luego cambié de cocina y ese problema ya no existía. Luego, que el aparato medidor equivalía a calcular un poco a ojímetro, pero luego me compré una báscula de cocina y tampoco hubo ese problema. Entonces, el problema de mis patéticos resultados de las recetas de Allerhande... ¿Cuál es? pues que, simple y llanamente, las recetas que tan buena pinta tienen en las fotos y que en mi olla y en mi plato también tienen una pinta estupenda -todo hay que decirlo-, a la hora de comerlas son sosas sosas sosas, vamos que entran por los ojos nada más, porque por la boca como que no.

Aún así, yo sigo cogiendo el Allerhande todos los meses y hojeándolo casi con devoción. Pero casi nunca hago ya ninguna receta que aparezca por ahí, aunque sí las hay que me siguen llamando la atención.
Como por ejemplo esta tarta de queso y chocolate, que descubrí por casualidad en uno "de esos" días Ufff esto parece un híbrido entre el anuncio aquel de compresas de "Don't worry, be happy" y el del hombre que lo perdía todo en la vida menos su coche. Pues eso, en uno de esos días en que hasta te consuela pensar que siempre nos quedará el Allerhande.

Ingredientes:
250 gr de galletas Oreo
100 gramos de mantequilla derretida
3 tabletas de chocolate amargo (72%)
900 gr de queso tipo filadelfia (yo usé "cottage cheese"... porque el queso de untar viene en paquetitos de 100 gr envueltos en papel metálico como la mantequilla de la de antes... y no me veía yo desenvolviendo 9 veces un chisme de esos)
350 de azúcar "bastarda"
4 huevos

Quietos paraos, que esta es la foto que
venía en la revista, no la de mi tarta
helaas!
MODO DE PREPARACIÓN:

Precalentar el horno a 170 º C.
Triturar las galletas y añadir la mantequilla. Poner la mezcla en un molde para tartas (no sólo por el fondo sino también por las paredes) presionando bien para que quede como una tartaleta compacta y meter en el horno durante 5 minutos. Al salir, como la masa de las oreo es negra, te parecerá que se te ha quemado todo el invento, pero es el color natural de la base de galleta oreo...
Derretir el chocolate al baño maría. Mezclar el queso y el azúcar con la batidora y añadir los huevos uno a uno. Apartar 8 cucharadas de esta mezcla en un cuenco y reservar. Mezclar el resto de la mezcla con el chocolate derretido y colocar en el molde de tarta. Echar encima la mezcla de queso y chocolate, y una vez esté asentada ir añadiendo cucharadas de la masa de queso que habíamos reservado, haciendo formas redondas con un palillo o tenedor.
Meter al horno durante 1 hora y pinchar con un palillo para ver si ya está hecha por dentro.
Bueeeno pues en comparación, no está mal,
yo creo que incluso bastante parecidas, ¿no?


jammer genoeg que no me guste el chocolate...