martes, 10 de mayo de 2011

Tarta fría de limón

Me topé con esta receta de casualidad hace ya como taitantos años en un reportaje, algo así como "100 claves para ser feliz" en una revista. Y una de las claves era preparar y merendarse esta tarta. No me extraña porque está de vicio. Aunque ahora que lo pienso, puede que el título fuese más bien del tipo "100 ideas para celebrar la llegada del verano". O algo así.

Esta tarta fue mi especialidad durante mucho tiempo, como postre, tarta de cumpleaños y otros eventos. Desde luego que es una bomba de calorías, lo único que se salva ahí debe de ser el chorrito de limón, lo demás, a la hoguera con ello si se quiere seguir uno distinguiendo el ombligo o no morir de colesterol. Ahora sí, el que quiera pecar, que lo haga con dos pares, nada de "amariconar" la tarta con nata light ni leche evaporada en lugar de condensada ni milongas semejantes.

Ingredientes:

un paquete de galletas María
100 gr de mantequilla derretida
un bote pequeño de leche condensada
250 ml de nata para montar
5 cucharadas de azúcar
1 limón grande

Triturar las galletas y mezclar con la mantequilla derretida. Forrar con esta masa un molde de tarta
Montar la nata con el azúcar. Exprimir el limón y rallar la corteza (no la parte blanca, porque dicen que amarga).
Mezclar la ralladura y zumo de limón con la leche condensada e ir añadiendo poco a poco la nata montada.
Poner en la nevera y dejar enfriar durante al menos 2-3 horas

Como véis, no necesita nada de gelatina o similares para cuajar. Al rato de estar en frío, la masa se queda cuajada. Debe de ser por alguna propiedad gelificante que tiene el limón, porque en la tarta Carlota mexicana, que es una versión simple de esta tarta (sólo lleva capas de galletas maría enteras y de la mezcla del zumo de limón y leche condensada) la leche condensada queda cuajada sólo con mezclarla con zumo de limón. Realmente es una tarta muy fácil, fresca y veraniega. A disfrutar.

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