domingo, 1 de enero de 2012

¡Feliz 2012! Tarta de lima y coco (versión de Key lime pie)

Al comienzo de 2011 me dije: de esta no pasa, este es EL AÑO. El año en que aprendo a hacer paella y a bailar flamenco. Porque ya después de tantos años en el exilio, sigo impertérrita contestando "no" a las consabidas preguntas "¿Sabes hacer paella?" y "¿Sabes bailar flamenco?" que suscita la declaración de mi nacionalidad en el extranjero.

Por eso este verano, o mejor dicho, el pasado verano ya que 2011 es desde hace unas horas ya "el año pasado", me traje la paellera de España (con la venia de los valencianos, que ya sé que a la sartén la llaman también paella, igual que al contenido), y en septiembre empecé con las clases de flamenco. Porque eso sí, yo los buenos propósitos de año nuevo me los tomo con calma: si hay 365 días en un año, para qué vamos a empezar ya el primero o el segundo ¿y luego el resto del año qué hacemos?

A día de hoy, la paella valenciana la he hecho ya alguna vez y no me queda mal (corriendo un tupido velo sobre el hecho de que, los ingredientes que no puedo conseguir no los sustituyo por otros para no modificar el resultado en la medida de lo posible, simplemente no los pongo... receta simplificada, pero no adulterada). Y las clases de flamenco... bueno, digamos que "están ahí". Todo lo que puedo decir en mi defensa es que soy asturiana, la distancia en kilómetros que hay entre mi tierra y Andalucía es de unos 800-900, que en términos holandeses equivale a cruzar de punta a punta Holanda y atravesar de propina otros 2 ó 3 países. Así que como experiencia no está mal, pero no tengo ni un gramo más de gracia y salero en el cuerpo por motivos de nacionalidad que cualquiera de las holandesas acartonadas que taconean a mi lado en cada clase.

Anoche tuve un momento de totally blank y pánico subsiguiente al darme cuenta de que estaban a punto de sonar las 12 campanadas y no había preparado aún ningún propósito de año nuevo, al menos no tan encomiable como bailar flamenco y hacer paella. No se puede decir que no haya entrado en 2012 llena de inspiración, al menos. Sí hay propósitos difusos, no tan concretos ni tan sólidos como los del año pasado, pero en vista de la prisa que me di en 2011 y por otros motivos cronológicos, supongo que no pasará nada si no solidifican en los primeros meses del año.

La tarta de lima y coco es el postre que hemos tomado en la cena de Nochevieja (bueno, y la merienda de Año Nuevo, porque me traje un buen trozo de la mitad que sobró de casa de mi cuñada). Quizás a primera vista, con los ingredientes que lleva, no parezca muy elaborada pero realmente merece la pena probarla. Tiene personalidad propia, un sabor bastante característico y no es una de tantas tartas de lima, o de limón, o de lima-limón. Ni siquiera es la Key lime pie o tarta de limas de Key original, que en sí ya tiene que ser diferente al no tener nada que ver con el coco. En esta versión, el sabor a coco de la base de galleta y el coco rallado se mezcla con la acidez de las limas y el dulzor de la leche condensada. Y el resultado es esta versión involuntariamente tuneada del lime pie americano.

Hace algún tiempo que le había echado el ojo a esta tarta en la sempiterna revista Allerhande, en una sección en que un extranjero escribe una receta de su país "adaptada" a Holanda (o algo así). No me había dado por pensar que esta, al ser conocida en los Estados Unidos (concretamente es originaria de Florida), podría ser que no fuese la receta original. A mí no me gusta mucho cambiar ni experimentar, yo me ciño tenazmente a la receta y las improvisaciones suelo dejarlas para otros campos de la vida. Vi la receta, me gustó, la hice y resulta que estaba buenísima, ya que además del sabor de la lima y la leche condensada tenía otro dominante que es el del coco. Mas tarde leí que el Key lime pie es una tarta con "nombre y apellidos", que toma su nombre de las pequeñas limas que se cultivan en el archipiélago de los Cayos de la Florida (Florida Keys). Y, por lo que he visto en las recetas americanas, no tiene nada que ver con el coco.      

Según he leído en un par de recetas en inglés, la Key lime pie original usa Graham crackers para hacer la base de galleta. En el artículo del Wikipedia dice que las Graham crackers originales estaban hechas de cereales integrales y miel y se consideraban, además de un "snack" muy saludable, algo así como muy aptas para combatir el onanismo (¿mande??). Vale, muy interesante pero aparte de que aquí en Holanda no se consiguen, del artículo extrapolamos un dato relevante y es que no tienen coco por ninguna parte, mientras que las galletitas que eligió la lectora americana para la receta en la revista Allerhande como sustitutas de las originales, son galletas de coco de estas con azúcar por encima.

Receta:

175 gr de galletas de coco. NOTA: no son las típicas galletas tipo pastas que se llaman "coquitos" y son blanditas y con muchos hilos de coco. Son cuadradas, tipo la "Tostaduca" de toda la vida o la "Chiquilín", pero tienen por encima como una capa de azúcar espolvoreado. En concreto en Holanda son las "Zaanse kermis" o "Kokoskoekjes" de Veerkade.

125 gr de mantequilla derretida

4 limas

1 lata de leche condensada (397 gr)

4 huevos

50 gr de azúcar impalpable

Se precalienta el horno a 180º C.

Se pulverizan las galletas con ayuda del robot de cocina y se mezclan con la mantequilla derretida. Con esta mezcla se cubre el fondo de un molde desmoldable y se pone a enfriar en la nevera (ya sabes... si quieres que además de desmoldar bien la tarta salga del fondo metálico sin romperla, además de engrasar las paredes, forra el molde con papel de hornear).


Se separan las yemas de las claras. Se reservan las claras y se ponen las yemas en un cazo o una olla junto con la lata de leche condensada, la ralladura de 2 limas y el zumo de las 4 limas. Se pone todo al fuego hasta que hierva, y se deja 3 minutos más sin dejar de remover. Se pone la mezcla en el molde engrasado y se pone en el horno a 180º C durante 20 minutos.

Dejar enfriar y batir las claras con el azúcar impalpable a punto de nieve. Cubrir con este merengue la tarta.


Poner en el horno con el grill encendido durante unos 5 minutos (cuidado porque se quema muy rápido) Decorar con coco rallado y dejar enfriar.







3 comentarios:

  1. Esta tarta la hice ya hace unos meses y la verdad es que estaba muy buena...la tuya se ve genial...un beso y me quedo a seguirte.
    Besos
    Miguel
    lareposteriademiguel.blogspot.com

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  2. Hola Miguel! gracias por seguirme. Los postres son mi gran tentación, por eso me he apuntado a tu FB y a tu blog, no pienso perderme ni una de tus tartas... ya tengo el kuchen alemán y la tarta de piruletas entre ceja y ceja :-))) bss

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  3. Tengo que hacerla,se ve riquísima.

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